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Biden solicita un gran aumento del gasto nacional para el próximo ejercicio presupuestario

President Joe Biden, accompanied by Vice President Kamala Harris, left, and Treasury Secretary Janet Yellen, right, speaks as he gets his weekly economic briefing in the Oval Office of the White House, Friday, April 9, 2021, in Washington. (AP Photo/Andrew Harnik)
El presidente Biden, la vicepresidenta Kamala Harris y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, en una sesión informativa sobre economía en la Oficina Oval el viernes. (Andrew Harnik / Associated Press )

WASHINGTON— El presidente Biden, señalando que Estados Unidos ha “invertido significativamente menos en servicios públicos básicos”, solicitará al Congreso un aumento del 16% en el gasto anual para una variedad de programas nacionales, anunció el viernes la Casa Blanca.

La primera entrega del presupuesto de Biden, para el año fiscal que comienza el 1 de octubre, solicita poco más de $1.5 billones para los llamados gastos discrecionales, aproximadamente una cuarta parte de los desembolsos federales regidos por las leyes de asignaciones anuales. Un poco más de la mitad del dinero se destinaría a programas nacionales y el resto a seguridad nacional.

El aumento del gasto interno ampliaría los programas de salud, educación, vivienda, investigación científica y cambio climático, reflejando las prioridades de la nueva administración. El dinero para la aplicación de los derechos civiles y los esfuerzos para combatir la violencia contra las mujeres también recibiría grandes aumentos.

Biden citó varias de las nuevas iniciativas en breves comentarios a los periodistas el viernes por la tarde, diciendo que esperaba “obtener algún apoyo bipartidista” para el gasto.

Aunque los presupuestos presidenciales se han ignorado en gran medida en los últimos años, es probable que el de Biden reciba una recepción más cálida en Capitol Hill, donde los demócratas controlan ambas cámaras del Congreso y comparten muchos de los objetivos de la administración. Sin embargo, con una escasa mayoría en la Cámara y un Senado dividido equitativamente, es casi seguro que muchas de las propuestas del mandatario cambiarán, una probabilidad que admitieron los funcionarios de la Casa Blanca.

El presupuesto es “una oportunidad para delinear las prioridades de la administración actual”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, y agregó: “Estamos al comienzo de lo que sabemos es un largo trayecto” a través del proceso de asignaciones del Congreso.

Si bien los programas nacionales recibirían un gran aumento, el gasto en defensa, que obtuvo importantes incrementos con el presidente Trump, crecería solo ligeramente, poco menos del 2%. Incluso eso, sin embargo, generó objeciones de algunos demócratas progresistas. El representante Ro Khanna (demócrata de Fremont) señaló en un comunicado que la ampliación al Pentágono fue “decepcionante”.

Un alto funcionario de la administración que informó a los periodistas, bajo condición de anonimato, indicó que gran parte del aumento de la defensa se destinaría a acrecentar el salario de los miembros del servicio. Biden también eliminaría las llamadas cuentas de operaciones de contingencia en el extranjero, un truco que permitió a las administraciones anteriores financiar los conflictos continuos en Irak, Afganistán y otros lugares sin contar el gasto en el presupuesto regular del Pentágono.

Los aumentos propuestos en el gasto discrecional se suman a otras tres grandes cantidades de dinero que Biden ha pedido: aproximadamente $1.9 billones que el Congreso aprobó el mes pasado como parte de su paquete de ayuda por el COVID-19, el gasto en infraestructura que pidió el mes pasado como parte de su plan “Reconstruir mejor” y la cantidad adicional para apoyar a las familias, mismo que ha dicho que solicitará más adelante esta primavera.

El dinero para infraestructura y otros propósitos, más de $2 billones, se gastaría durante un período de ocho años, comenzando con el próximo periodo fiscal. Se desconoce cuánto se gastaría en el primer año. Se espera que el dinero para las familias agregue al menos $1 billón adicional, también durante un período de varios años.

Los funcionarios de la administración que informaron a los periodistas no especificaron cuál sería la solicitud de gasto total de Biden y explicaron que el presupuesto completo se publicaría a finales de esta primavera. En el año fiscal actual, se prevé que el gobierno federal emplee alrededor de $5.8 billones; la mayor parte de ese gasto cubre los beneficios del Seguro Social, Medicare y Medicaid, que se financian automáticamente.

Grandes cambios de los presupuestos de Trump

La solicitud marca una ruptura importante con los presupuestos presentados por Trump, quien habitualmente propuso recortes profundos en los programas nacionales que el Congreso rechazó en gran medida. El anterior mandatario aprobó planes de gastos bipartidistas que, combinados con los recortes de impuestos que promulgó como ley a fines de 2017, aumentaron el déficit federal a niveles récord.

Una de las mayores transformaciones tiene que ver con el cambio climático. Biden está pidiendo $14 mil millones en nuevos fondos para abordar el calentamiento global, un tema que Trump despreció.

La Casa Blanca señaló que el gasto en programas climáticos ha bajado un 27% desde 2010, si se hace el ajuste por la inflación. El nuevo presupuesto se distribuiría entre una amplia gama de instituciones federales.

Biden también aumentaría el presupuesto de la Agencia de Protección Ambiental en más del 20%, a $11.2 mil millones, en un esfuerzo por reconstruir una institución que se vio gravemente agotada durante el mandato de Trump.

Pero el presupuesto también marca una desviación significativa del presentado durante gran parte del mandato del presidente Obama, cuando el gasto se vio limitado por los topes que impuso el Congreso como parte de un acuerdo presupuestario en 2011.

Los límites de gasto vencen el 30 de septiembre, lo que proporciona lo que Shalanda Young, directora interina de la Oficina de Administración y Presupuesto de Biden, indicó en una carta al Congreso que era una “oportunidad única” para comenzar a revertir una tendencia a largo plazo de disminución en la inversión en prioridades.

Aunque el aumento del gasto para los programas internos es grande, los funcionarios de la administración dijeron que, en general, restablecería el gasto discrecional interno a aproximadamente el nivel promedio de los últimos 30 años, en relación con el tamaño de la economía de Estados Unidos.

Incrementos para la educación

Los funcionarios de la administración destacaron varios incrementos importantes en la financiación. Uno de los más grandes aumentaría más del doble la ayuda a las escuelas en áreas de alta pobreza bajo el programa Título I del gobierno federal. La ampliación, a $36.5 mil millones, sería el mayor para este proyecto desde que se estableció bajo el presidente Johnson hace más de medio siglo, informaron los funcionarios.

Biden dijo que el “aumento de fondos más grande de la historia” para el programa escolar le daría a “millones de niños de familias de bajos ingresos” la oportunidad de “competir hasta la escuela preparatoria y más allá”.

El dinero para el Título I es una fuente importante de fondos para los sistemas escolares urbanos, así como para muchos sistemas rurales de bajos ingresos. Antes de la pandemia de COVID-19, este programa representaba aproximadamente el 5% del presupuesto de casi $8 mil millones del gigantesco Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles.

Biden también expandiría el gasto de Head Start en más del 10%, a $11.9 mil millones. Durante la última década, la cantidad de niños ayudados por este programa del gobierno dedicado apoyar a los preescolares desfavorecidos ha disminuido en unos 95,000, debido a restricciones presupuestarias, señalaron los funcionarios. Los nuevos fondos recuperarían aproximadamente la mitad de esos espacios perdidos, indicó otro representante de la administración federal.

En el otro extremo de la escala educativa, el presupuesto exige un aumento del 6% en el máximo que los estudiantes universitarios pueden obtener con el programa de becas Pell, lo que representa un poco menos de $6,200 para este año académico.

Una nueva agencia de investigación en salud

La solicitud de presupuesto también agregaría significativamente a los programas de salud, incluidos $6.5 mil millones para una nueva Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada para la Salud. Esa institución dirigiría el trabajo destinado a encontrar mejores tratamientos para la enfermedad de Alzheimer, la diabetes y el cáncer, lo que refleja el interés de Biden en la investigación del cáncer.

Biden también aumentaría el presupuesto de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en casi un tercio, a $8.7 mil millones, lo que funcionarios de la administración informaron que sería el mayor incremento en casi dos décadas y tendría como objetivo restaurar una institución de salud pública que flaqueó gravemente en los primeros meses de la pandemia por COVID-19.

El presupuesto también considera un incremento del 50% en el gasto en programas para combatir la adicción a los opioides, lo que Biden llamó un “aumento histórico de fondos”.

Agregar jueces de inmigración

Las ampliaciones presupuestarias también responderían a algunos de los problemas inmediatos con los que la administración ha estado lidiando, incluido el problemático sistema de inmigración de la nación. Incluiría $861 millones como primer pago en ayuda intensificada a países de Centroamérica, como parte del esfuerzo para abordar lo que Biden llama las “causas fundamentales” de la migración a Estados Unidos.

La solicitud también incluye un aumento del 21% en el presupuesto para los jueces de inmigración, suficiente para 100 puestos adicionales, como parte de un esfuerzo por reducir el atraso que, actualmente, significa para los migrantes esperar hasta dos años para una audiencia.

La solicitud de presupuesto no incluye fondos para el muro fronterizo de Trump, pero sí 1,200 millones de dólares para la seguridad fronteriza, que también abarcan sensores de alta tecnología para detectar personas que cruzan la frontera y nuevas herramientas de control en los cruces fronterizos.

Los programas de vivienda también recibirían un gran impulso, incluidos $30 mil millones para vales de hogares destinados a albergar a personas sin techo o que huyen de la violencia doméstica. Las autoridades explicaron que el dinero sería suficiente para ayudar a 200,000 familias adicionales. La solicitud también incluye un incremento de $500 millones en un programa que construye y rehabilita domicilios asequibles, lo que eleva el total a $1.9 mil millones, la mayor cantidad desde 2009.

El redactor del Times en Los Ángeles Howard Blume contribuyó a este artículo.

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Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times.